Preguntas y respuestas con Chris Bonner, Directora del Programa de Organización y Representación de WIEGO

P: ¿Podría decirnos cuál es su papel como Directora del Programa de Organización y Representación de WIEGO, y cuál es su enfoque para organizar a los trabajadores en la economía informal?

El Programa de Organización y Representación de WIEGO es uno de los pilares fundamentales del trabajo de WIEGO. ¿Por qué? Renana Jhabvala, la Presidenta de WIEGO, resumió las razones en nuestra última reunión del Comité Asesor. “La dirección de WIEGO es, y debe ser, establecida por OBM [organizaciones con base de miembros] de trabajadores en la economía informal. Las trabajadoras y los trabajadores en la economía informal son el corazón de, y orientan a, WIEGO”. Para que esto suceda, los trabajadores en la economía informal tienen que estar organizados en OBM democráticas y representativas, como sindicatos, cooperativas y asociaciones de trabajadores, y después en alianzas y redes nacionales e internacionales. 

El papel principal del Programa de Organización y Representación es apoyar el desarrollo y fortalecimiento de las OBM de trabajadores en la economía informal y de sus alianzas y redes nacionales e internacionales, y facilitar su participación en foros de negociación en todos los niveles; en otras palabras: asegurar que los trabajadores en la economía informal tengan una voz en los foros de políticas y negociación relevantes para su trabajo y vida. Desempeña, sobre todo, un papel en ayudar a incorporar a los trabajadores en la economía informal en el movimiento laboral. Por ejemplo, a través del Programa de Organización y Representación, WIEGO, en colaboración con la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), fue instrumental para ayudar a las trabajadoras del hogar a organizarse a nivel mundial en la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH). Esta es la primera federación internacional de (principalmente) trabajadores en la economía informal —de los cuales la mayoría son mujeres— que es aceptada como parte del movimiento laboral.  

Para ello, la Directora del Programa de Organización y Representación tiene que coordinar, y participar en, proyectos y actividades en Asia, América Latina, África, Europa y América del Norte, colaborando con trabajadoras del hogar, trabajadores a domicilio, vendedores ambulantes y recicladores. Las actividades del Programa de Organización y Representación incluyen: crear capacidad organizativa y de liderazgo al trabajar especialmente con redes sectoriales; desarrollar materiales y documentos de consulta; y reunir a los trabajadores en la economía informal dentro y a través de los sectores: un papel de organizador y facilitador. Ello se puede lograr solamente mediante el trabajo en equipo, y trabajamos con muchas personas y organizaciones dentro y fuera de WIEGO: miembros del equipo de WIEGO, consultores, líderes de OBM, coordinadores de redes sectoriales, ONG afines, y movimientos sindicales y cooperativistas.


Foto: S. Trevino

P: Regresó recientemente de la Conferencia Internacional del Trabajo 2015 (CIT) en Ginebra donde se adoptó la primera norma para todos los trabajadores en la economía informal: la Recomendación Núm. 204 sobre la transición de la economía informal a la economía formal. ¿Esta contenta con el resultado? ¿Podría decirnos lo que significa esto para los trabajadores en la economía informal en todo el mundo?

En términos generales, estamos contentas con las disposiciones contenidas en la Recomendación, y con su aprobación casi unánime por los gobiernos, empleadores y trabajadores. Creemos que marca un avance importante en la lucha por reconocimiento y por los derechos, la protección y las oportunidades de la fuerza laboral en la economía informal. Además cambia el discurso: alejándose de los pequeños empresarios que evaden impuestos y regulaciones hacia trabajadores vulnerables y unidades económicas que necesitan protección e incentivos para la formalización. La Recomendación es práctica: proporciona orientación a los gobiernos para el desarrollo de un entorno normativo y legal propicio, incluyendo protecciones e incentivos para facilitar la transición de la economía informal a la formal. También es una herramienta que los trabajadores en la economía informal pueden usar para sus esfuerzos de incidencia y para negociar una serie de mejoras de su situación según sus circunstancias específicas. 

Pero, claro, las negociaciones significan siempre un compromiso, y ¡hay algunas cláusulas en la Recomendación que no nos gustan!

Como con todos los instrumentos de la OIT, el impacto inmediato sobre la vida de los trabajadores es limitado. Es más bien un proceso a largo plazo, y la Recomendación proporciona a todas las partes un incentivo para empezar, y una estrategia a seguir, respetando y apoyando al mismo tiempo los derechos y medios de sustento de los trabajadores en la economía informal. 

Quizás se pregunte por qué nos esforzamos tanto en asegurar que los trabajadores en la economía informal tengan una representación directa y en tratar de incorporar sus demandas en tales instrumentos si el impacto tangible probablemente sería lento y/o limitado 

En primer lugar, creemos que es importante que los trabajadores en la economía informal sean capaces de influir directamente en las negociaciones a cualquier nivel cuando éstas tienen que ver con su trabajo y sus medios de sustento ¿Quiénes, sino aquellos que son objeto del debate, pueden realmente decir cuáles son sus necesidades? El lema “nada para nosotros sin nosotros”, usado ampliamente por las organizaciones de trabajadores en la economía informal, resume esta idea. En segundo lugar, aunque el cambio toma tiempo, los instrumentos de la OIT sí influyen en los gobiernos —de diferentes maneras y a diferentes ritmos—, así que es necesario introducir la voz de los trabajadores en la economía informal en tales procesos desde el comienzo. En tercer lugar, es un foro importante para educar a, e influir en, los dirigentes sindicales, muchos de los cuales tienen poco conocimiento de los trabajadores en la economía informal, o cómo —si acaso— los sindicatos formales deberían relacionarse con las organizaciones democráticas con base de miembros y sus aliados. En cuarto lugar, al formar parte del proceso, los líderes de los trabajadores en la economía informal adquieren conocimientos y experiencia que les sirven a sus propias organizaciones. Están motivados y son capaces de usar la Recomendación como una herramienta de organización, capacitación y campaña. En la CIT, muchos también se reúnen por primera vez con los representantes de su gobierno, y utilizan esto para acciones de seguimiento cuando regresan a su país.   

Por último, esta discusión en la CIT 2015 fue especialmente importante para los trabajadores en la economía informal porque la Recomendación adoptada es la primera norma de la OIT específicamente sobre todos los trabajadores en la economía informal. ¡Por ello, los trabajadores en la economía informal tenían que estar allí!

P: Usted participó con una delegación de 32 trabajadores en la economía informal en la CIT. ¿Qué papel desempeñan estos representantes allí? ¿Cómo asegura que los trabajadores sean parte del proceso una vez que llegan a la conferencia?

El papel más importante que desempeñan es estar presentes y muy visibles para los negociadores de los tres grupos. Como dijo uno de los trabajadores: “¡Ustedes hablan de nosotros! ¡Somos personas reales y estamos aquí!”.  

El proceso de negociación es muy formal, con procedimientos largos y establecidos que son bastante burocráticos. Por ejemplo, en las reuniones del Comité Tripartito, el Grupo de los Trabajadores (y el de los Empleadores) tiene un solo portavoz, nadie más de los delegados de los trabajadores o empleadores puede hablar. WIEGO está registrada como una ONG internacional, y contamos con estatus de observador. Entonces es siempre una batalla encontrar maneras de integrarnos al proceso. ¡Pero lo logramos! 

Nuestro espacio formal principal es dentro del Grupo de los Trabajadores que se reúne, por lo general, dos veces al día para preparar posturas antes de las negociaciones del Comité Tripartito. Como delegados de “ONG” los trabajadores en la economía informal pueden tomar la palabra (con el permiso de la persona que preside la reunión). Sin embargo, ¡se necesita tener confianza para hacerlo entre sindicalistas que son muy directos! Nuestras hermanas de SEWA desempeñaron un papel muy importante como nuestras principales oradoras. Presentaron nuestras posturas firmemente. El hecho de que SEWA esté afiliada a la Confederación Sindical Internacional (CSI), y que las tres participantes de SEWA fueran delegadas oficiales de la CSI fue muy importante para garantizar que se les respetara y escuchara. Otros también tomaron la palabra, particularmente cuando se trataba de cuestiones importantes como la representación de parte de los trabajadores en la economía informal, la preservación de los medios de sustento durante la transición, y la inclusión de las cooperativas.  

Fuera del debate principal, aprovechamos cada oportunidad para que los trabajadores en la economía informal presenten sus problemas. Existen para las ONG turnos formales breves para hablar en el Comité Tripartito, y en el plenario en la Sala de Asambleas. Nos aseguramos de tomar estos espacios. Este año, Lourdes Gula (Filipinas), Juliana Brown-Afari (Ghana), Suntaree Seang-Ging (Tailandia) y Gladys Mponda (Malawi) pronunciaron discursos formales. Otros participaron en eventos paralelos como aquellos organizados por la Escuela Nórdica, donde contaron sus experiencias como trabajadores en la economía informal. Pero quizás el trabajo más importante se realiza informalmente entre bastidores, en reuniones con representantes de gobiernos, sindicalistas y a veces con empleadores, con fines de incidencia y persuasión. También es de gran importancia la comunicación y cooperación con el presidente (portavoz) y el secretariado de los trabajadores, y especialmente el suministro de información y argumentos que se puedan utilizar en las negociaciones.


Foto: S. Trevino

P: Descríbanos un día típico en la CIT. ¿Cómo prepara a la delegación cada día? ¿Cuáles son los retos más grandes?

Primero que nada, nos levantamos todos muy temprano y vamos a toda prisa a la parada de autobús para llegar al Palais (el edificio de la ONU donde se llevan a cabo las negociaciones) antes de las 8 de la mañana. Allá tenemos una reunión diaria para revisar las negociaciones del día anterior y otras actividades (como hablar en reuniones paralelas), nos aseguramos que todos conozcan el programa para el día, y entonces discutimos y elaboramos las estrategias para el día. De manera interesante, no solo “nuestra delegación” participa en estas reuniones; otros aliados de sindicatos y ONG vienen también. Después nos toca ir al Grupo de los Trabajadores para prepararnos para la reunión tripartita que sigue. La hora de la comida la tenemos ocupada con reuniones, actividades de incidencia, discusiones intensas, establecimiento de contactos y reuniones paralelas organizadas por diferentes grupos. Después regresamos al Grupo de los Trabajadores, seguido por negociaciones tripartitas. Las negociaciones a veces terminan a las 6:30 p.m., pero a veces siguen hasta después de las 9 p.m. Este año, las cosas se desarrollaron de manera más fácil que en 2014, cuando tuvimos muchas más sesiones a horas avanzadas, algunas de ellas terminaban a las 10 de la noche, lo que nos obligaba a esperar un largo rato en la parada de autobús hasta que llegara el último autobús para regresar.  

Uno de los mayores retos es que las cosas se mueven muy rápidamente en las negociaciones, y si pierdes el tren en persuadir al Grupo de los Trabajadores a que adopten una postura que luego será llevada al Comité Tripartito, se vuelve difícil plantearla de nuevo. Particularmente, en este segundo año de negociaciones, había posturas ya acordadas que eran difíciles de cambiar y de hecho el liderazgo del Grupo de los Trabajadores y de los Empleadores habían llegado a un acuerdo antes de la CIT, resolviendo algunas cláusulas que habían sido muy discutidas el año pasado, y estaban ansiosos de ceñirse al acuerdo. Por nuestra parte, los trabajadores a veces no sabían exactamente cómo y cuándo intervenir en las discusiones del Grupo de los Trabajadores, sobre todo porque el año pasado nuestro derecho a tomar la palabra en dicho grupo había sido limitado. Hacia el final, el grupo de trabajadores se volvió más valiente, y se manifestó más, y ¡logramos meter algunos puntos importantes justo en el último momento!


Foto: S. Trevino

P: ¿Hay algún momento de la conferencia que sobresalga en su mente que haya hecho posible el logro de un acuerdo que fuera relativamente favorable para los trabajadores en la economía informal?

No se me ocurre ningún momento en particular. Lo que creo que fue importante para lograr una Recomendación que contiene muchas demandas importantes de los trabajadores en la economía informal fue la dedicación y entrega de las personas clave en la CSI —sobre todo el Presidente y la Secretaria General— respecto a una Recomendación basada en derechos, protección e incentivos para la formalización. Un elemento clave para ello fue una visita de exposición organizada por SEWA en abril de 2015 que mejoró sustancialmente la comprensión de la CSI y otros líderes de trabajadores, y su compromiso de lograr una Recomendación positiva para los trabajadores en la economía informal. Tenemos que darle las gracias a SEWA por esto.

P: ¿Por qué cree que es importante tener a trabajadores en la economía informal sentados a la mesa en reuniones como la CIT? ¿Cómo contribuye esto a la idea de empoderamiento de las mujeres de WIEGO?

Ya he hablado de la importancia de estar en la mesa en la CIT, y esto aplica de forma más general. Tenemos que enfatizar esto. La Recomendación misma es débil en la cuestión de representación directa de los trabajadores en la economía informal; de hecho, la cuestión de cómo los trabajadores en la economía informal deberían estar representados en foros tripartitos a nivel nacional fue una de las grandes decepciones que tuvimos. Fue una cuestión muy discutida en el primer año, y el compromiso que se adoptó entonces permanece en la Recomendación final, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para cambiarlo.

Para contestar su pregunta sobre el empoderamiento de las mujeres, es una verdad evidente que la mayoría de las veces los hombres son los líderes en los sindicatos u organizaciones políticas, y en las negociaciones estos líderes representan a las mujeres (aun cuando las mujeres constituyan una mayoría en la organización).  El asegurar que las mujeres estén plenamente representadas en delegaciones y foros de negociación, y que puedan hablar por sí mismas, es una de las actividades que confiere mayor empoderamiento.


Foto: S. Trevino


Foto: S. Trevino


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P: Las recomendaciones no se adoptan de la noche a la mañana. En este caso fue un proceso de dos años. ¿Puede hablarnos sobre el proceso que llevó a la reciente adopción? ¿Había estrategias y/o ideas nuevas que aplicaron esta vez que podrían ser útiles en el futuro?

Esta Recomendación es parte de un proceso aún más largo dentro de la OIT. Las discusiones sobre la economía informal empezaron ya en la década de 1970, pero el hito principal fue la conclusión de la Resolución sobre “el trabajo decente y la economía informal” adoptada en 2002 que estableció que los trabajadores en la economía informal, incluyendo a los trabajadores por cuenta propia, son trabajadores que deberían tener derechos y protección como otros trabajadores. Trece años más tarde, tenemos un instrumento formal de la OIT, un segundo hito. Pero tengo que decir que para lograr este segundo hito hubo que volver a discutir algunos de los problemas más controvertidos del año 2002, como la cuestión sobre si los trabajadores por cuenta propia eran trabajadores, ¡aun dentro del Grupo de los Trabajadores!

La preparación para las negociaciones incluyó varias actividades. A principios de 2013, WIEGO convocó a un Grupo de Trabajo compuesto por miembros del equipo y del Comité Asesor del Programa de Organización y Representación de WIEGO, coordinadores de sectores, y sindicalistas de nuestros miembros institucionales, incluyendo a SEWA. Este grupo coordinó y planificó nuestra intervención. 

La primera acción consistió en asegurar la participación en la Reunión de Expertos Tripartita, que proporcionó aportaciones importantes al desarrollo del instrumento. Renana Jhabvala y Manali Shah fueron invitadas como “expertas” de SEWA. WIEGO tuvo dificultades para obtener una invitación pero finalmente recibió una como observador. Karin Pape y yo participamos en la Reunión de Expertos, igual que Vicky Kanyoka de la IDWN (ahora FITH), con derecho a tomar la palabra. Posteriormente, en 2013, miembros de la red de WIEGO estuvieron involucrados en el primer informe y cuestionario distribuido por la OIT y entregamos nuestros comentarios, un proceso que se repitió en 2014. En el primer semestre de 2014, WIEGO, en colaboración con organizaciones socio, organizó tres talleres regionales: en Bangkok para Asia; en Johannesburgo para África; y en Buenos Aires para América Latina. La principal tarea de estos talleres fue la participación en el desarrollo de una plataforma unificada de los trabajadores en la economía informal que se usaría como la base de nuestra participación en la CIT, y para influir en las delegaciones de los sindicatos, gobiernos y empleadores. El resultado fue la Plataforma sobre la transición de la economía informal a la economía formal de la Red de WIEGO en interés de los trabajadores en la economía informal, a la que contribuyeron las organizaciones socio. Como WIEGO publicamos varios otros documentos de referencia sobre la economía informal que podrían usarse en las negociaciones cuando fuera posible y necesario: ¡una importante contribución “oculta” al proceso!

La OIT publicó un segundo informe y un borrador del documento de conclusión, que fue la base para las negociaciones en 2014. Elaboramos algunas enmiendas propuestas que distribuimos entre los líderes en el Grupo de los Trabajadores junto con nuestra Plataforma, antes de la CIT 2014. Tengo que decir que el primer proceso fue bastante caótico, y los delegados de las delegaciones tripartitas, incluyendo la de los trabajadores, estaban mal preparados, y tenían una mala comprensión de la economía informal y de los trabajadores en la economía informal. Los empleadores y los trabajadores eran polos opuestos: la atención de los empleadores estaba generalmente puesta en la formalización de los empresarios y pequeños negocios para reducir la competencia, mientras que los trabajadores se centraban generalmente en los derechos, aunque no sin diferencias internas y desacuerdos. La Conclusión resultante formó la base para el borrador de la Recomendación. 

Aunque no pudimos organizar talleres regionales en 2015, hubo varias actividades en las que participaron miembros de la red durante el período previo a la CIT 2015: la participación en talleres de preparación nacionales o regionales organizados por la CSI o por la OIT tales como aquellos celebrados en la India, el Perú y Sudáfrica, así como en el taller internacional de la CSI en Copenhague donde los sindicatos realizaron las preparaciones finales. Volvimos a preparar proyectos de enmiendas y se los presentamos tempranamente al Presidente y el Secretario del Grupo de los Trabajadores. Y finalmente llegamos a Ginebra al comienzo de las negociaciones con nuestra delegación. Incluía a la mayoría de quienes estuvieron presentes en 2014 con uno o dos cambios y/o adiciones. Esta vez, nosotros, o nuestros socios, pudimos obtener financiación para algunos delegados de otras organizaciones de apoyo, como la CSI, Justice and Peace, el Centro de Solidaridad de la AFL-CIO y el sindicato belga ACV-CSC.

El enfoque y las estrategias que usamos para el proceso de la CIT se basaron en experiencias pasadas y aprendizajes previos. WIEGO, así como la UITA, SEWA y StreetNet, han coordinado delegaciones de trabajadores en la economía informal para discusiones relevantes de la CIT por alrededor de 20 años, comenzando con las negociaciones para el Convenio internacional sobre el trabajo a domicilio en 1995-1996. Las negociaciones para el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos (2011) fueron una experiencia reciente de aprendizaje muy importante. Entonces, en lugar de desarrollar estrategias nuevas, nos basamos en las ya establecidas.

Éstas incluían intentar incorporar a los trabajadores en la economía informal en las delegaciones de los sindicatos formales para que tuvieran un derecho “formal” de tomar la palabra en el Grupo de los Trabajadores; coordinar a los líderes de los trabajadores en la economía informal y sus aliados a través de reuniones matinales; preparar una plataforma de demandas; y proporcionar investigación de fondo para asistir a los negociadores, aprovechando al equipo de WIEGO más amplio. De hecho, es importante señalar que aunque la participación en la CIT entra dentro del ámbito del Programa de Organización y Representación, constituye realmente un buen ejemplo del enfoque general de WIEGO en el que miembros de equipos de diferentes programas aportan sus conocimientos y experiencias en apoyo a las OBM. Hicimos uso de investigaciones nuevas y existentes sobre la economía informal, políticas urbanas, protección social, estadísticas etc., y proporcionamos nuevos documentos y publicaciones, en colaboración con el Equipo de Comunicaciones. Los miembros del equipo del Programa de Apoyo nos acompañaron a Ginebra para “atender” a los participantes y mantener a todos al día a través de las redes sociales. La coordinadora de eventos de WIEGO gestionó todas las reservaciones de viaje y nuestra Asesora para Europa gestionó la logística local, sirvió de enlace con otros grupos, y proporcionó orientación especializada sobre los procedimientos de la OIT (y siendo ella misma una delegada sindical ¡nos proporcionó algo de información interna!). Una de las lecciones de negociaciones de las CIT previas que no seguimos fue la necesidad de que el grupo tuviera su propia reunión, previa a la conferencia, para asegurar que todos entendieran los problemas y papeles, y, muy importante, para desarrollar confianza y conocimientos técnicos sobre cuándo y dónde intervenir. Sabíamos que esto era importante pero los recursos fueron limitados, y tratamos de juntar el mayor número de participantes, y sacrificamos esta parte importante del proceso.


Foto: S. Trevino

P: Ahora que la recomendación ha sido adoptada, el próximo paso es la implementación. ¿Qué significa esto? ¿Cómo sucederá eso?

Del lado de los trabajadores, esto significa que ahora tienen que trabajar duro en sus países para aprovechar la oportunidad que esto ofrece para involucrar a los gobiernos, conseguir el apoyo y compromiso de los sindicatos, y, donde sea posible, ganar el apoyo de grupos de empleadores a los cambios de políticas propuestos o acordados. 

Esto significa que primero tienen que informar a sus miembros y movilizarse en torno a los problemas más relevantes en su país y al nivel local (el nivel más importante para muchos trabajadores en la economía informal). Entonces tienen que ayudar a desarrollar una estrategia sobre qué cuestiones abordar con los gobiernos, a qué niveles, y cómo hacerlo. Tienen que trabajar duro con los sindicatos para asegurar que éstos incluyan a los trabajadores en la economía informal —en lugar de hablar por ellos— en los foros de negociación donde se discuten cuestiones relacionadas con los trabajadores en la economía informal. Un importante punto de entrada en discusiones con gobiernos, empleadores y sindicatos sobre la implementación es a través de las oficinas nacionales o regionales de la OIT. El grupo discutió la implementación antes de que dejáramos Ginebra, así como lo hizo el Comité Asesor del Programa de Organización y Representación, y acordamos que era importante conseguir el apoyo de la OIT como un importante aliado en la implementación.

Será un esfuerzo a largo plazo que requiere una organización permanente y fuerte de los trabajadores en la economía informal, y la colaboración con aliados, para asegurar que la Recomendación sea un documento vivo que se use como guía de cambio en favor de estos trabajadores: en la protección social; en los derechos de los trabajadores, como la negociación colectiva; en apoyo a las cooperativas; en la provisión de capacitación en habilidades; en oportunidades para trabajar mediante contratos o en empleos formales; etc. También es muy importante que se presione a los empleadores y gobiernos a que detengan a la rápida informalización de trabajos formales; sin ello, formalizar la economía informal se vuelve una especie de contradicción.

 

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