En la Ciudad de México, la polémica continúa creciendo en torno a la construcción de una incineradora de residuos que supera los 100 mil millones de pesos y pone en riesgo el sustento de vida de más de 10 mil trabajadores voluntarios del servicio de limpia de la Ciudad de México. Para el Día Internacional de los Recicladores, conversamos con la Coordinadora del programa Ciudades Focales de WIEGO en la Ciudad de México, Tania Espinosa, sobre el proyecto y sus posibles efectos, tanto en el medio de sustento de los recicladores informales, como en el medio ambiente.
1) La Ciudad de México firmó un contrato de 100 mil millones de pesos para la construcción de una incineradora de residuos. En caso de ser aprobado el proyecto, se espera que el calor y la energía producidos en la planta sean utilizados como fuente de electricidad para la ciudad. Sin embargo, el proyecto ha generado diversas preocupaciones. ¿Podrías hablarnos de cuáles son esas preocupaciones y de qué sectores provienen?
TE: El Gobierno de la Ciudad de México firmó un contrato con la empresa transnacional Proactiva Medio Ambiente, SA de CV - Veolia, para construir y operar un megaproyecto de incineración de residuos que promete generar 965,000 megawatts de energía por hora, equivalente a lo que consumen las 12 líneas del Metro de la ciudad. Esto ha despertado preocupaciones de diversa índole. Entre ellas se encuentran las siguientes:
- Es contrario a la Constitución: La nueva Constitución de la Ciudad de México, en su artículo 16, prohíbe la privatización y concesión del servicio público de tratamiento de residuos sólidos; y este proyecto de termovalorización es precisamente una forma de tratamiento de residuos. Esto significa que la firma del contrato se encuentra en contraposición a la Constitución.
- Afecta al medio ambiente y a la salud: Ambientalistas como Marisa Jacott de la organización Fronteras Comunes, perteneciente a la Alianza Global para Alternativas a la Incineración, afirma que la incineración de residuos trae consigo la generación de partículas altamente tóxicas, que por su tamaño minúsculo es imposible monitorear, aunque Veolia asegura que su costosa tecnología monitoreará las emisiones. Green Peace, en su informe “Incineración de residuos en la Ciudad de México: El gran obstáculo para transitar hacia una ciudad sostenible”, ha señalado que es inconcebible añadir elemento alguno que propicie mayor contaminación del ya altamente contaminado aire de la Zona Metropolitana del Valle de México. Entre las afectaciones a la salud que menciona el informe, están “lesiones cutáneas y alteraciones del funcionamiento hepático, (…), inmunodepresión, afectaciones al sistema nervioso y endocrino durante la etapa del desarrollo, así como afectaciones al sistema reproductivo. (…) Existen elementos que ligan a las dioxinas con diversos tipos de cáncer”.
- No es sustentable: Se ha dicho que la planta de incineración abonará a crear una ciudad sustentable, pero en realidad, es todo lo contrario; pues en lugar de fomentar la reducción y reciclaje de los residuos, el incinerador depende de la generación masiva de desechos para su alimentación, aunado a lo contaminante que ya es el incinerador en sí mismo.
- Endeudará a la Ciudad: Con este proyecto se endeudará a las futuras 6 administraciones del Gobierno de la Ciudad de México por el monto de 109 mil millones de pesos, a ser pagados en 30 años a la empresa Veolia por la planta termovalorizadora. Puesto en perspectiva, el costo es excesivo, ya que la construcción de la línea 12 del metro tuvo el costo de 27 mil millones de pesos.
- La energía será más costosa que actualmente: El Sistema de Transporte Colectivo Metro estará obligado a comprar la energía a Veolia, a 1.80 pesos el kilowatt por 30 años, lo cual es un precio superior al que actualmente se invierte en energía. Es decir, en lugar de invertir los 1,400 millones de pesos anuales que se destinaron a electricidad en 2016, se pagará 2,686 millones de pesos anuales.
- El proceso legislativo de aprobación de recursos fue irregular: Los problemas políticos se remiten al proceso legislativo con el cual se votó el fideicomiso para la garantía de la planta de incineración. El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), partido de oposición al gobierno actual, señala que el dictamen sujeto a votación no era claro respecto a los costos de la planta de termovalorización, por lo que presentaron una moción suspensiva para retrasar la votación del dictamen. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) desconoció la existencia de dicha moción y se realizó la votación. De acuerdo a MORENA la votación fue ilegal ya que se llevó a cabo sin el quórum necesario y una vez que había clausurado la sesión.
2) ¿Cuál será el impacto de la nueva incineradora en el trabajo de los recicladores en la Ciudad de México? ¿A cuántos recicladores impactará?
TE: En el contrato para la construcción de la incineradora, el gobierno se ha comprometido a alimentar la planta con 4,500 toneladas diarias de residuos, lo cual equivale a la privatización de los desechos de la ciudad.
En teoría, estas 4,500 toneladas no deberían incluir materiales reciclables, pero aunque en 2017 entró en vigor la Norma Ambiental 024 para la separación, clasificación, recolección selectiva y almacenamiento de los residuos de la Ciudad de México, la separación de residuos sigue sin cumplirse por parte de la ciudadanía y los residuos se siguen entregando mezclados al camión de la basura.
Esto hace inevitable que la incineración de residuos incluya materiales que podrían reciclarse, poniendo en riesgo el acceso de los recicladores informales (trabajadores voluntarios de barrido y del camión, pepenadores de las plantas de selección y tratamiento, así como pepenadores en destino final) a los residuos reciclables, amenazando así su medio de sustento.
Es imposible saber cuál será el número de recicladores informales afectados, ya que no existe un censo que determine cuántos son en realidad, a pesar del llamado de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México para que se realizara dicho censo. Sin embargo, el único estimado con el que se cuenta proviene de la sección 1 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal, que apunta a una cifra de 10 mil trabajadores voluntarios que recolectan residuos domiciliarios. Este número no incluye a los recicladores voluntarios que se encuentran en las plantas de selección y tratamiento, ni a aquellos en los puntos de disposición final.
Los desechos que arden en un incinerador no se pueden reciclar, por lo que se considera que el proyecto amenaza fundamentalmente el sustento de vida de los recicladores.
3) En las discusiones sobre el proyecto, ¿se ha considerado el impacto potencial en el medio de sustento de los recicladores? En caso de ser así, ¿qué alternativas se están considerando?
TE: El impacto del incinerador en el medio de sustento de los recicladores no fue considerado dentro del proyecto, ni es un tema que forme parte de la discusión actual.
Cabe mencionar que el 4 de septiembre de 2017, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, informó a través de su cuenta de twitter que 10 mil trabajadores voluntarios del servicio de limpia serían integrados a la plantilla laboral, sin mencionar que esto estuviera relacionado con el incinerador.
El 10 de febrero de 2018 en un evento público llamado “Justicia Laboral, Regularización 2018” realizado en el Zócalo de la Ciudad de México, Mancera realizó la formalización de las contrataciones, entregando el primer recibo de pago a trabajadores, junto con su nombramiento de incorporación a la nómina 8, un programa de contratos temporales con beneficios sindicales. En el evento, Mancera reconoció que había trabajadores que llevaban hasta 30 años trabajando sin prestaciones.
Al respecto, el partido de oposición, MORENA, pidió al Instituto Electoral del Distrito Federal que enviara a un observador para supervisar que el acto no se prestara a proselitismo, debido a que se celebró en la víspera de las elecciones nacionales y locales que se llevarán a cabo en julio 2018.
4) ¿Existen instancias para que las organizaciones de recicladores formen parte del proceso de toma de decisiones, o para que se incluyan en las discusiones sobre la incineradora?
TE: En lo absoluto. Los recicladores no son considerados actores que puedan participar en los debates y mucho menos incidir en la toma de decisiones.
5) ¿Qué consideras como una alternativa responsable y sustentable a la incineración de residuos en la ciudad?
TE: El reciclaje siempre debe incluir a los recicladores informales en la cadena de valor. Como ellos dicen, “Reciclaje sin recicladores es basura”. Esto también aplica en el diseño de economías circulares, que no pueden perder de vista la importancia de los recicladores.
La separación de residuos orgánicos, reciclables y no reciclables debe darse desde la fuente, es decir, desde el lugar en el que se generan. De esta manera, es más fácil que cada material llegue a su destino final y reciba el tratamiento correspondiente sin mezclarse, lo que tiene efectos positivos en el medio ambiente.
La separación desde la fuente es también beneficiosa para los recicladores, pues podría generar condiciones de trabajo más dignas al evitar que sean ellos quienes realicen la separación de residuos. De igual manera, la separación podría traducirse en un incremento en sus ganancias gracias a la limpieza de los materiales al no mezclarse con residuos orgánicos.
Como ciudadanos también debemos ser consumidores responsables tendientes a disminuir el consumo. Debemos preferir productos que vengan en envases reutilizables o reciclables, y evitar aquellos que son únicamente desechables. La política pública también debe dirigirse a disminuir la generación de residuos, y a fomentar la reutilización, reciclaje y aprovechamiento de los mismos. Es absurdo pensar en producir energía a través de la generación e incineración de residuos, cuando se podría ahorrar energía a través del reciclaje, evitando la utilización de recursos naturales y materias primas para volver a crear esos productos.
Finalmente, se requiere un censo de recicladores informales en la Ciudad de México que permita determinar cómo visibilizar la labor que ya realizan, reconociendo el impacto positivo que ya generan al medio ambiente y a la economía. Sólo si reconocemos a los recicladores como aliados, lugar que ya ocupan, la norma 024 podrá hacerse realidad; lo que permitirá convertir a la Ciudad de México en una ciudad sustentable e inclusiva para todos y todas.
foto: Olga Abizaid
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