WIEGO Blog

Recent Posts

By
Owusu Boampong, Karim Saagbul, Taylor Cass Talbott
In the midst of the COVID-19 pandemic, with informal workers worldwide struggling to earn a living, the Ghanaian government began the decommissioning of Accra’s Kpone landfill site, displacing the over 300 workers who pick waste there.
By
Ana Carolina Ogando, Olga Abizaid
With a budget equivalent to 12% of its GDP, Peru put together the largest COVID-19 pandemic response package in Latin America. Its main intention was to provide some relief to the people most vulnerable during the pandemic. As of March 16, 2020, the country implemented a strict lockdown to combat the spread of the disease. Despite the government’s willingness to address the health and economic crisis, informal workers are being hit hard.
By
Ana Carolina Ogando, Olga Abizaid
Con un presupuesto equivalente al 12% de su PIB, el Perú implementó el paquete de respuesta a la pandemia del COVID-19 más grande en América Latina. Su objetivo principal era ofrecer apoyo a la población más vulnerable durante la pandemia. Desde el 16 de marzo también ha implementado medidas estrictas de aislamiento social. A pesar de la voluntad del gobierno de abordar las crisis sanitaria y económica, quienes trabajan en empleo informal están viéndose muy afectados. 
By
Pilar Balbuena, Caroline Skinner
Las personas vendedoras ambulantes brindan servicios esenciales en ciudades de todo el mundo, especialmente en África, Asia y América del Sur, donde los residentes recurren a ellas para cubrir sus necesidades básicas. Forman parte de un vasto sistema alimentario informal que evita que una gran parte del mundo pase hambre. Sin embargo, la pandemia ha devastado los medios de subsistencia de las personas vendedoras ambulantes al interrumpir su capacidad de trabajo y ha dejado a muchas de ellas en la lucha por su supervivencia.
By
Pilar Balbuena, Caroline Skinner
Les personnes vendeuses de rue fournissent des services essentiels dans les villes du monde entier, en particulier en Afrique, en Asie et en Amérique du Sud, où les résident·e·s dépendent d’elles pour couvrir leurs besoins fondamentaux. Elles font partie d’un vaste système alimentaire de l’informel qui évite la famine d’une grande partie du monde. La pandémie a dévasté les moyens de subsistance des personnes vendeuses de rue, bouleversant leur capacité à faire leur travail et laissant beaucoup d’entre elles dans une lutte pour la survie.