Debido a que su trabajo les exige estar en la casa de otras personas (a veces, en varias casas) y en contacto directo con personas y objetos que podrían ser portadores del virus, las trabajadoras del hogar ocupan la primera línea en esta pandemia y están en riesgo.
De hecho, en Río de Janeiro, una trabajadora del hogar de 63 años se contagió de coronavirus a través de un cliente que había regresado recientemente de Italia. La trabajadora falleció el 17 de marzo.
Desde que comenzó la pandemia global, las trabajadoras del hogar de todas las regiones del mundo han informado sobre numerosos problemas. A aquellas que residen en el lugar de trabajo se les solicitó trabajar más para mantener las casas de sus empleadores extremadamente limpias; a algunas, incluso, les han impedido salir de la casa.
Muchas de las que deben desplazarse hasta su lugar de trabajo han percibido un aumento en sus tareas (sin recibir un pago adicional) o les han cancelado las horas de trabajo sin percibir una indemnización.
La Federación Internacional de Trabajadores del Hogar ha pedido el cumplimiento de las licencias pagas por enfermedad y el pago de indemnizaciones justas en caso de despido en la Manifestación sobre la protección de los derechos de los trabajadores del hogar y la lucha contra la pandemia del coronavirus.
La mayoría de las trabajadoras del hogar no puede dejar de trabajar sin perder el ingreso esencial que tanto ellas como sus familias necesitan para sobrevivir.
Intervenciones para las trabajadoras del hogar
En Chile, La Federación de Sindicatos de Trabajadoras de Casa Particular junto a las diputadas Maite Orsini (RD) y Claudia Mix (Comunes), enviaron una carta al Presidente Sebastián Piñera, pidiendo una pronta legislación para proteger al sector que ha visto mermado su fuente laboral debido al COVID-19.
En el texto detallan que debido al contexto que se vive en el país, "la situación de las trabajadoras de casas particulares es especialmente dramática pues ya, antes de la crisis, se trataba de trabajadores y trabajadoras altamente vulnerables y víctimas de abuso".
En Pune, India, donde se han informado casos de coronavirus, las ciudadanas y ciudadanos han comenzado a capacitar a las trabajadoras del hogar y otras personas en riesgo sobre cómo reducir las posibilidades de contraer o propagar la enfermedad.
Países Bajos: La FNV, la Confederación sindical de los Países Bajos, está ayudando a las trabajadoras del hogar migrantes que se encuentran entre sus miembros a abogar ante sus empleadores, así sea para tener trabajo o para seguir percibiendo sus salarios cuando no desean que la trabajadora del hogar continúe realizando sus tareas. Cuando estas trabajadoras, especialmente si son migrantes, pierden sus ingresos diarios, se encuentran rápidamente con dificultades económicas.
Un grupo propuso el establecimiento de un fondo de emergencia al que clientes y terceros puedan transferir fondos de apoyo. Estos recursos pueden luego dividirse y transferirse a quienes han perdido sus ingresos.
A su vez, se han publicado guías sobre seguridad e higiene en el ámbito laboral, en especial, acerca de respetar el distanciamiento social y aumentar los procedimientos de higiene.
También se ha otorgado a las personas miembro de la FNV un modelo de carta que pueden usar con sus clientes. Allí se solicita que la trabajadora del hogar pueda continuar brindando sus servicios. Si este no fuera el caso, la carta insta a la o el cliente a asumir seriamente su obligación como contratante y continuar pagando al menos el 70 % del salario habitual. Si la trabajadora lo desea, puede referir al cliente a la dirección de la FNV, donde se le informará acerca de los derechos de sus miembros, de acuerdo con la Carta Social Europea sobre derechos laborales básicos.
En Brasil, la Federación Nacional de Trabajadoras Domésticas (Fenatrad) y Themis (Género, Justicia y Derechos Humanos) han iniciado una campaña para que las trabajadoras del hogar (en portugués) despedidas perciban una remuneración mientras continúe el riesgo de infección o reciban las herramientas para protegerse de dicho riesgo, lo que incluye mascarillas y alcohol en gel.
En Estados Unidos, la Alianza Nacional de Trabajadoras del Hogar (NDWA) estableció el Fondo para Cuidados por el Coronavirus: un fondo de ayuda de emergencia para trabajadoras del hogar que enfrentan dificultades debido a la pandemia del coronavirus. El objetivo del fondo es recaudar cuatro millones de dólares para asistir a diez mil trabajadoras.
Ai-jen Poo, fundadora de la NDWA, escribió un artículo para el New York Times: “Protect Caregivers From Coronavirus: Workers who have been in the shadows could be essential to stemming the spread of the virus” [Protección de las trabajadoras del hogar ante el coronavirus: Las trabajadoras que han sido invisibilizadas podrían ser fundamentales para contener la propagación del virus].
La NDWA también ha asignado recursos para ayudar a que las trabajadoras miembro eviten las situaciones de riesgos.
Artículo sobre cómo el COVID-19 afecta a las trabajadoras del hogar en Estados Unidos
En Perú, las trabajadoras del hogar están solicitando a los empleadores que les proporcionen contratos escritos, de modo que durante el toque de queda actualmente impuesto puedan mostrar el contrato para llegar a sus lugares de trabajo.