Mientras a fines de 2023 la COVID-19 sigue propagándose, hay nuevas vacunas de refuerzo que esperan ser aprobadas. La salud de mil millones de trabajadorxs podría estar protegida si tuvieran acceso a la vacunación. Lamentablemente, las experiencias pasadas nos han mostrado que, a pesar de las contribuciones esenciales que hacen lxs trabajadorxs a la sociedad y la gran exposición que tienen al virus, suelen estar excluidxs de las campañas de vacunación. Hay siete países en los que se puede ver cómo las organizaciones de trabajadorxs fueron las que les garantizaron, durante los últimos dos años, el acceso a las vacunas a sus miembros.


Sudáfrica

La Organización de Recuperadorxs Africanxs (ARO) es una organización con base de miembros que integra recuperadorxs y recicladorxs, con sede en Johannersburgo y alrededores, en Sudáfrica. Al comienzo de la pandemia por la COVID-19, distribuían donaciones de alimentos a lxs miembros que estaban atravesando dificultades financieras. Mientras llevaban a cabo esta tarea, también lxs educaban respecto al virus de la COVID-19. A medida que avanzaba la pandemia y se habilitaban las vacunas contra el virus como nuevas herramientas preventivas, "llegamos al punto de estar enseñando sobre vacunación", explica Eva Mokoena, una de lxs líderes de ARO.

Dentro de la organización, lxs líderes de ARO comenzaron a compartir con otrxs miembros la importancia de vacunarse, implementando una propuesta de "formar formadorxs" para que circulara la información. Muchxs miembros de ARO son migrantes de otros países africanos y algunxs no tienen documentos migratorios, como una identificación personal o un pasaporte. ARO ayuda a sus miembros a recibir declaraciones juradas que les permiten vacunarse sin tener que presentar documentos.

El trabajo de ARO se lleva a cabo en un contexto difícil de xenofobia (donde la policía hostiga a lxs miembros migrantes por la falta de documentación) y discriminación por parte de profesionales de la salud ligada a la percepción social del trabajo de lxs recicladorxs. Tal como relata Eva, "cuando se enteran de que alguien es recicladorx, piensan que es una persona sucia".


Kenia

También hubo miembros de la Alianza Nacional de Vendedorxs Ambulantes y Comerciantes en Empleo Informal de Kenia (KENASVIT) (una alianza nacional de vendedorxs ambulantes, comerciantes transfronterizxs y comerciantes en empleo informal) que sufrieron hostigamiento por parte del Estado, particularmente en la primera fase de la pandemia. Pero, como comparte su representante, Anthony Kwache, KENASVIT comenzó finalmente a trabajar con el Estado para defender el derecho de sus miembros a vacunarse: "cuando llegó la vacuna, la mayoría de nuestrxs afiliadxs estaban trabajando muy de cerca con el Gobierno y las autoridades nacionales para mejorar el acceso de lxs trabajadorxs a las vacunas". Parte de ese trabajo incluyó acercar los programas de vacunación contra la COVID-19 directamente a lxs miembros y llevar vacunadorxs a los mercados. De esta manera, les ahorraban a lxs miembros de KENASVIT largos tiempos de espera en los centros de salud. Este enfoque fue el resultado del compromiso de KENASVIT dentro de un comité gubernamental que tenía la tarea de apoyar al Gobierno de Kenia para llegar a lxs vendedorxs y comerciantes ambulantes en sus espacios sociales y de trabajo.

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COVID-19 vaccine education with reclaimers and waste pickers in Johannesburg, South Africa

La propuesta "formar formadorxs" de la Organización de Recuperadorxs Africanxs en torno a la educación sobre las vacunas para lxs recicladorxs y recuperadorxs en Johannesburgo, Sudáfrica. Crédito: Eva Mokoena.

Malasia

En Malasia, lxs trabajadorxs del hogar migrantes han estado organizándose para hacerle frente a la explotación laboral y a que se les negara el derecho a la salud, situación que se intensificó desde el comienzo de la pandemia. Lxs trabajadorxs del hogar denunciaron estar 24 horas de guardia, haber tenido un incremento en la carga laboral, en el estrés y el aislamiento social, haber sufrido discriminación en los centros de salud y que la cobertura del seguro de salud era inaccesible.

De acuerdo a la Asociación de Trabajadorxs del Hogar Migrantes de Indonesia (PERTIMIG), lxs trabajadorxs del hogar se encontraron con desafíos para acceder al esquema de vacunación en Malasia. Lxs miembros de PERMITIG de las áreas rurales que no tenían teléfonos no podían acceder a la aplicación móvil del Gobierno donde había que inscribirse para la vacunación. A algunxs miembros sus empleadorxs no les permitían registrarse. A lxs trabajadorxs que no tenían documentos les preocupaba que pudieran rastrear la información de la inscripción y la asociaran a su estado migratorio, y que eso lxs dejara en riesgo de ser arrestadxs o deportadxs. Como respuesta a esto, PERTIMIG les enseñaba a sus miembrxs a registrarse para recibir la vacuna, y cuáles eran sus derechos como trabajadorxs con o sin documentos. También lxs ayudaban a negociar el acceso a las vacunas con sus empleadorxs. "Empoderamos a lxs miembros para hablar con sus empleadorxs sobre la importancia de las vacunas", comparte la representante de PERMITIG.

La Asociación de Trabajadorxs Patrióticxs Filipinxs de Ultramar (AMMPO), una asociación de trabajadorxs del hogar de Filipinas en Malasia, denunció que aumentaron los riesgos para ellxs debido a un incremento en el número de redadas a inmigrantes. "Lxs trabajadorxs del hogar migrantes no quieren ir a vacunarse porque tienen miedo", comparte la representante de AMMPO. De la misma manera que PERTIMIG, AMMPO educó a sus miembros respecto al derecho a las vacunas mostrando sensibilidad frente a las situaciones de vulnerabilidad como inmigrantes. Les proporcionaban información mediante folletos y seminarios en línea.


Indonesia

En las tierras vecinas, en Indonesia, la organización de trabajadorxs del hogar Jaringan Nasional Advokasi Pekerja Rumah Tangga (JALA PRT) también abogó por incrementar el acceso de sus miembros a las vacunas. Presionaron al Ministerio de Empoderamiento de la Mujer y de Protección Infantil para que proporcionara vacunas para lxs trabajadorxs del hogar, les enseñaron a lxs miembros a usar la aplicación para inscribirse para la vacunación y les imprimieron el certificado de vacunación.


Kuwait

Sandigan es una organización que lucha por los derechos de lxs trabajadorxs del hogar de Filipinas que viven en Kuwait, lugar donde lxs trabajadorxs del hogar representan una gran parte de la población. Se dieron cuenta de que la falta de acceso de lxs miembros a las vacunas se debía principalmente a un rechazo por parte de lxs empleadorxs. Por lo tanto, la propuesta de Sandigan incluyó promover el hecho de que la vacunación de lxs trabajadorxs del hogar no tenía ningún costo para lxs empleadorxs y que cuidar la salud de estxs trabajadorxs con las vacunas también beneficiaba la salud de lxs empleadorxs y sus hogares.


Brasil

En la región de Latinoamérica, el Movimiento Nacional de Catadorxs (MNCR), una importante organización de recicladorxs en Brasil de 200 000 miembros, aprovechó el anuncio de que contemplarían a lxs recicladorxs como trabajadorxs de primera línea y serían aptxs para tener acceso prioritario a las vacunas. La organización fomentó con vehemencia la vacunación entre sus miembros, y logró que la mayoría de lxs recicladorxs en la ciudad de Brasilia estuviera vacunada en un plazo de solo dos días. El MNCR continuó apoyando a sus miembros para recibir los refuerzos de las vacunas.


Argentina

En Argentina, la Unión de Trabajadorxs de la Economía Popular (UTEP) ayudó a trabajadorxs de distintas ocupaciones dentro de la economía informal a registrarse para la vacunación. Enviaron agentes de salud a barrios de bajos ingresos para que asistieran a la gente con el sistema digital de inscripción. Si bien lxs trabajadorxs del hogar no estaban incluídxs como un grupo prioritario para la vacunación en Argentina, el hecho de que la Unión del Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP) haya brindado información sobre las vacunas y sobre cómo vacunarse hizo que se incrementara el acceso de lxs trabajadorxs. En palabras de Carmen Britez, secretaria de Organización y Actas de la UPACP y presidenta de la Federación Internacional de Trabajadoras del Hogar (FITH), su trabajo respecto a la vacunación "valió la pena".


Foto: En Argentina, la UPACP incentiva a lxs miembros a registrarse para recibir la vacuna contra la COVID-19. Crédito: Carmen Britez