El nombramiento de Federico Parra como Especialista en Economía Social y Solidaria es la respuesta de WIEGO a la necesidad de acompañar las iniciativas de lxs trabajadorxs en empleo informal alrededor del mundo que se inscriben en la Economía Social y Solidaria (ESS). En esta entrevista, Federico explica en qué consistirá su función.
Recientemente has sido nombrado especialista en Economía Social y Solidaria de WIEGO. ¿Puedes hablarnos de lo que implicará este puesto?
Este cargo es una respuesta de WIEGO a la necesidad de acompañar los debates globales y las iniciativas de lxs trabajadorxs en empleo informal en el mundo, que se han inscrito en la ESS como estrategia organizativa y productiva.
Creemos, desde WIEGO, que la ESS ha sido una herramienta para resistir y superar situaciones de exclusión, dominación y marginalización de este sector. Y, también, que muchas respuestas sobre lo que significa la transición justa, la búsqueda de estándares de trabajo decente y la formalización pueden encontrarse en la ESS.
Este puesto implicará conocer con mayor profundidad las diversas corrientes de pensamiento que se han ocupado de la ESS y hacer accesibles sus debates no solo al equipo de trabajo, sino también a las redes de trabajadorxs que componen WIEGO. Significará acompañar a estas mismas redes en su incidencia en el debate global en torno a la relación de la ESS y lxs trabajadorxs en empleo informal. Esto se hará a través de los espacios de construcción colectiva de pensamiento, intercambios estratégicos entre experiencias y organizaciones, así como a través de estudios de caso relevantes.
Por último, WIEGO pretende promover el reconocimiento y la adaptación de procesos de educación popular sobre ESS que puedan ser apropiados por las organizaciones de trabajadorxs en empleo informal, y el cargo de especialista fue dispuesto para llevar estos objetivos adelante.
¿Por qué la economía social y solidaria es importante para lxs trabajadorxs en empleo informal y sus organizaciones?
Lo primero que hay que decir es que el 61 % de la población activa –es decir, dos mil millones de trabajadorxs– trabajan en empleo informal. Dicho esto, podemos afirmar que, pese a que muchxs trabajadorxs en empleo informal no están organizadxs, un importante porcentaje se ha asociado mediante formas organizativas propias de la Economía Social y Solidaria, como lo son cooperativas, asociaciones, mutuales, sindicatos y grupos de autoayuda, entre otros. Estas formas muchas veces son más cercanas o afines a prácticas y pertenencias identitarias en las que fluye la solidaridad y la cooperación, tales como los lazos de parentesco, la procedencia comunitaria o étnica, la condición territorial o la actividad laboral compartida, por ejemplo.
Otra de las razones por las cuales lxs trabajadorxs en empleo informal escogen formas de la ESS radica también en que les permite, por un lado, colectivizar sus demandas e intereses en escenarios de subrepresentación, invisibilización, persecución o incluso criminalización de su categoría o actividad; por otro, potencia su productividad, basada en el trabajo en contextos de precariedad de infraestructura productiva y económica, de difícil acceso a soporte financiero e inversión, y de competencia desigual con otros actores económicos.
De manera transversal, los valores y principios de la ESS dictan que el bienestar de sus miembros y de la sociedad sea el centro de toda iniciativa. Las actividades productivas y sus beneficios deberían ser un medio para la obtención de dicho objetivo y no un fin en sí mismo; un medio regulado por las decisiones democráticas y participativas. En resumen, la ESS es una forma de lucha contra las relaciones de explotación, que busca superar las condiciones de exclusión y alcanzar estándares de trabajo decente.
¿Qué tipo de amenazas enfrentan las cooperativas u otras entidades de la Economía Social y Solidaria?
Por un lado, y como señala la Resolución relativa al trabajo decente y la economía social y solidaria aprobada por la OIT en su 110° sesión, en 2022, hay barreras normativas, jurídicas, institucionales y económicas para la ESS; por esta razón, el mismo documento ofrece una serie de recomendaciones a los Estados y a la propia OIT para desmontar dichas barreras. En particular se sugiere la revisión de los marcos institucionales y normativos a nivel nacional para encontrar y superar las controversias que desincentivan el desarrollo de la Economía Social y Solidaria en sus contextos nacionales; también sugiere el reforzamiento de las relaciones de soporte entre autoridades de escala local, regional y nacional con las entidades de la ESS, y su visibilización a nivel nacional e internacional mediante el desarrollo de estadísticas en la materia.
Es un hecho que, en algunos casos, hay espacios laborales que se presentan como formas de ESS, pero que en verdad utilizan este dispositivo para evadir el marco regulatorio laboral formal. Ello no se corresponde con la naturaleza de la ESS, y nos remite a otras recomendaciones de la misma resolución y a otros instrumentos de la OIT, que refieren a la reglamentación, la vigilancia y a un control adecuado para que los estándares de trabajo decente puedan alcanzarse en el marco de las figuras de la ESS.
Finalmente, es importante señalar que, habiendo iniciativas productivas que buscan beneficios sociales, cuando estas no tienen apropiación colectiva ni gobernanza democrática por parte de lxs trabajadorxs, no pueden ser consideradas formas de la Economía Social y Solidaria. Hay un riesgo de cooptación de la ESS por parte de esta tendencia corporativista. Por esta razón, WIEGO y las redes de trabajadorxs que lo conforman solicitaron revisar con especial cuidado qué fundaciones y empresas sociales aparecen como categorías organizacionales que cumplen con los principios de la ESS.
¿Por qué WIEGO está interesada en centrarse en la economía social y solidaria ahora?
WIEGO se ocupa de la ESS desde hace ya varios años, por ser esta una forma organizativa relevante entre lxs trabajadorxs en empleo informal. En los últimos años, hemos desarrollado varias iniciativas de promoción de la ESS al interior de las organizaciones de base de miembros (OBM). Hemos colaborado y realizado investigaciones sobre el tema y contamos con alianzas importantes con instancias claves de la agenda internacional de la ESS, como lo es la Unidad de Cooperativas de la OIT. De hecho, muchas de las posturas que WIEGO y sus redes han construido en torno a la ESS han sido insumos para los pronunciamientos globales que se están haciendo sobre el tema.
No en vano la resolución de la OIT reconoce “explícitamente que la economía social y solidaria (ESS) es un medio pertinente para lograr el desarrollo sostenible, la justicia social, el trabajo decente, el empleo productivo y mejores niveles de vida para todos”.
Podría decirse que en este contexto de búsqueda de herramientas para hacer frente a la crisis mundial tras la pandemia y sus efectos en toda dimensión, instituciones globales y gobiernos han reconocido el papel de la ESS en dicha recuperación. No en vano la resolución de la OIT reconoce “explícitamente que la economía social y solidaria (ESS) es un medio pertinente para lograr el desarrollo sostenible, la justicia social, el trabajo decente, el empleo productivo y mejores niveles de vida para todos”.
Para WIEGO es fundamental que el reconocimiento de la importancia de la ESS venga acompañado de una lectura que visibilice los intereses, necesidades y condiciones de lxs trabajadorxs en empleo informal y sus organizaciones a lo largo del mundo.
Ya que lo mencionas, el año pasado, WIEGO y organizaciones de trabajadorxs en empleo informal participaron en la Discusión General sobre Economía Social y Solidaria. ¿Cuáles fueron las principales reivindicaciones de lxs trabajadorxs durante ese debate?
Precisamente, WIEGO y las redes de trabajadorxs en empleo informal pusieron en el debate cuestiones estructurales sobre la definición de ESS. No cualquier versión o iniciativa que pretenda identificarse como ESS beneficia efectivamente a lxs trabajadorxs en empleo informal. Para WIEGO, el enfoque sobre la ESS tiene que ver con entidades que priorizan: 1) acceder al estándar de trabajo decente, 2) incidir para que en sus contextos nacionales haya justicia social, 3) se mejoren las condiciones de vida para todxs o 4) se defina una transición adecuada de la economía informal a la economía formal.
Dentro de estos principios que rigen a la ESS, las redes que hacen parte de WIEGO insistieron en darle especial protagonismo al peso de la “gobernanza democrática” del proceso organizativo y productivo por parte de lxs trabajadorxs, y la “propiedad colectiva”. En otras palabras, es la condición de sujeto colectivo, político y económico lo que diferencia a las formas organizativas propias de la ESS de otras entidades que generan beneficios sociales a través de iniciativas productivas, pero cuyo control yace en pocas manos.
Como reza el documento radicado por parte de las Redes y WIEGO en el marco de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT): “Principalmente, la ESS deben ser actividades económicas socialmente beneficiosas que incluyan ingresos, medios de vida, igualdad de género, protección social y sostenibilidad ecológica. Las características de autonomía, independencia, autogestión y participación democrática de la ESS deben protegerse y promoverse”.
Federico Parra, Especialista en Economía Social y Solidaria de WIEGO
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