Esta es la historia de Jennifer Thaís Santos Fernandes, la secretaria de la cooperativa de recicladorxs ASCITO, que cuenta con el apoyo de WIEGO a través del Proyecto Género y Residuos.
Mi nombre es Jennifer Thaís Santos Fernandes. Tengo 25 años y soy una joven negra y recicladora. He trabajado en ASCITO, una asociación de recicladorxs de la ciudad de Itabirito —ubicada en la región metropolitana de Belo Horizonte, en el sudeste de Brasil— desde que tengo 16 años. Actualmente, soy la secretaria de la asociación.
La gestión de residuos siempre ha estado presente en mi vida de diferentes formas. Cuando era pequeña, mis hermanos y yo solíamos ir al vertedero de Ribeirão das Neves con nuestra madre para ayudarla a recolectar materiales reciclables, porque con más manos trabajando reducíamos nuestras posibilidades de pasar hambre. También íbamos al vertedero para no quedarnos solxs en casa, siempre vivimos en favelas o en asentamientos informales, así que no nos convenía quedarnos solxs en casa.
El grupo ASCITO tiene un largo recorrido a sus espaldas, de luchas por el apoyo y el reconocimiento. Desde el principio, vi que la recolección selectiva de residuos no se limitaba a recolectar, separar y comprimir materiales reciclables; era algo más grande y encantador de lo que podía imaginar en ese momento.
Incluso en aquel momento, ASCITO ya era parte del Movimiento Nacional de Catadores (MNCR); por eso, lxs recicladorxs siempre participaban en las discusiones y las luchas relacionadas con nuestra causa. En ese momento me di cuenta de que eso era lo que buscaba desde el fondo de mi corazón. Esto me emocionó tanto que me asustó, porque vi que podía ayudar a lxs recicladorxs contribuyendo a la representación política del grupo.
Gracias al MNCR, pude conocer historias increíbles y participar en cursos de capacitación política. Gracias a los lazos que esto creó con otrxs recicladorxs, me sentí empoderada. Hoy, además de ser militante del MNCR, también soy representante de lxs jóvenes recicladorxs dentro de UNICATADORES.
[UNICATADORES es la unidad central de las cooperativas de recicladorxs de Brasil, creada por el Movimiento Nacional de Catadores (MNCR). El MNCR es el ala política y UNICATADORES es la organización que les permite a las cooperativas acceder a recursos financieros.]
Como resultado de la capacitación que recibimos, sentimos que había algunas cosas que necesitábamos desarrollar para que las asociaciones y cooperativas de recicladorxs pudieran prosperar. Comenzó a surgir la demanda y el interés por la formación en género en el MNCR y en 2012 nació el Proyecto Género y Residuos. Con el apoyo de WIEGO, empezamos a identificar mujeres lideresas para desarrollar este proceso de sensibilización sobre género. Ahí fue cuando nació el grupo As Bonitas —Las bonitas—. Se trata de un grupo de mujeres que, entre 2012-2020 y junto con WIEGO, organizó talleres para debatir sobre varios temas relacionados con cuestiones de género. Uno de los principales objetivos de los talleres era también fortalecer los vínculos afectivos entre nosotras.
En 2020, con la llegada de la pandemia, tuvimos que adaptar todas nuestras actividades y empezamos a reunirnos en línea. A pesar de estos retos, elaboramos nuestro plan de acción de género 2021/2023 con las contribuciones de cada una de nosotras. Sentimos que a lo largo de los años y con el borrador del plan fortalecimos nuestra sororidad.
A lo largo de mi vida ocurrieron muchas cosas, pero me animo a decir que el período más difícil comenzó en 2020 con la llegada de la pandemia, ya que mis compañerxs y yo, que trabajábamos con materiales reciclables, estábamos muy expuestxs. El rol de las mujeres lideresas en el MNCR no cambió con la pandemia. Siguieron teniendo la voluntad y la determinación de ayudar a lxs trabajadorxs.
Las autoridades locales casi no nos ayudaron al inicio de la pandemia. Solo nos brindaron asistencia social a través de, por ejemplo, canastas de comida. ASCITO informó a la Secretaría Municipal del Medioambiente que no podíamos continuar con la recolección selectiva de residuos sin un diálogo para analizar acciones concretas. Durante el tiempo en que la recolección de residuos estuvo suspendida, recibimos ayuda de nuestrxs socixs y amigxs, ya que estábamos en riesgo de pasar hambre. Gracias a eso, pudimos distribuir canastas de alimentos básicos, sanitizante para manos y algunos equipos de protección personal (PPE) para nuestros miembros.
El MNCR envió parte de los fondos recibidos de la industria para el trabajo de lxs recicladorxs —según lo establecido por la responsabilidad extendida del productor de Brasil, que establece que la industria debe compartir los costos de devolución de materiales para su reutilización y reciclaje— por adelantado a las asociaciones y las cooperativas supervisadas por ellos. Esto ayudó mucho a lxs recicladorxs. En colaboración con otrxs socixs, el MNCR comenzó una campaña de recaudación de fondos en línea que nos permitió brindar asistencia a lxs recicladorxs fuera de la organización.
Pienso que las autoridades públicas tienen que vernos como un actor clave en el proceso de transformación del futuro y contribuir a la mejora de la infraestructura de nuestros depósitos de almacenamiento, además de invertir en capacitación.
Revisar el pasado para pensar el futuro
En el MNCR, las mujeres y lxs jóvenes pueden soñar y ser protagonistas de sus sueños. Las mujeres del MNCR siempre han tenido mucha determinación, solo necesitaban organizarse. Con la capacitación en materia de género y la elaboración del plan de acción de Las bonitas, estamos logrando apoyarnos mutuamente y centrarnos en lo que queremos hacer, que es fortalecer a todxs desde las bases.
Como representante de la juventud del MNCR, les digo a lxs adultxs que tal vez la o el joven que está a su lado está esperando una oportunidad para marcar la diferencia en su base. Solxs no llegaremos a ninguna parte. La pandemia ha dejado claro que nos necesitamos. El lema de MNCR es amor, gratitud y esperanza, y eso significa tener siempre a alguien con quien contar a nuestro lado.
En la recolección de residuos no se pierde nada porque reciclamos con amor y, si hay un camino correcto que seguir, estoy segura de que ya estamos transitándolo, al darles voz y oportunidades a las mujeres y a lxs jóvenes. Esto ya es un gran paso hacia el progreso que hemos soñado. Esta pandemia pasará y estaremos tan bien como podamos, con nuestros corazones alegres por habernos protegido entre nosotrxs.
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