Un porcentaje importante del empleo urbano informal alrededor del mundo cabe dentro de estos cuatro grupos ocupacionales: trabajadoras del hogar, personas trabajadoras en domicilio, personas vendedoras ambulantes y comerciantes de mercado, y personas recicladoras.
Estos grupos ocupacionales también se caracterizan por tener a menudo una sobrerrepresentación de mujeres. Si bien los ingresos y las condiciones de trabajo pueden variar, las personas trabajadoras en empleo informal tienen en común que no están reconocidas o protegidas de manera adecuada por el derecho laboral, ni pueden acceder a beneficios o protecciones laborales.
Trabajadoras del hogar
Las trabajadoras del hogar son contratadas para proveer servicios relativos al hogar. Hay más de 76 millones de personas dentro de este grupo en el mundo, y la mayoría son mujeres. Ofrecen diferentes servicios: de limpieza; de cocina; de cuidado infantil, de personas mayores y con discapacidades; también realizan tareas de jardinería, de traslado y de seguridad.
Personas trabajadoras en domicilio
Las personas trabajadoras en domicilio producen bienes y servicios en o cerca de sus hogares para mercados locales, nacionales y globales. Hay más de 260 millones de personas dentro de este grupo en el mundo, y la mayoría está en Asia. Están presentes en muchas industrias: la costura de prendas de vestir, el tejido de textiles, la ensambladura de microelectrónica y la prestación de servicios informáticos, entre otros.
Personas vendedoras ambulantes y comerciantes de mercado
Las personas vendedoras ambulantes comercian bienes y ofrecen servicios en espacios públicos, como los espacios al aire libre, grandes estaciones de transporte y obras en construcción. Las personas comerciantes de mercado trabajan en puestos o mercados armados en terrenos de propiedad tanto pública como privada. Ofrecen mercancías desde verduras frescas, comidas listas, materiales de construcción y artesanías, hasta servicios como reparar el vehículo o peluquería.
Personas recicladoras
Las personas recicladoras se ganan la vida recolectando, separando, reciclando y vendiendo materiales que alguien más desechó. Se estima que aproximadamente 20 millones de personas en el mundo se ganan la vida reciclando residuos.
Personas trabajadoras textiles
La industria textil ejemplifica los desafíos de la producción mundial: bajos salarios, contratos “flexibles” (o inexistentes) y condiciones precarias de trabajo. Las personas trabajadoras textiles y de la confección en empleo informal, una enorme fuerza de trabajo en algunos países, suelen ser invisibles, en particular aquellas que trabajan desde su hogar.