La crisis del COVID-19 y la economía informal es un estudio longitudinal llevado a cabo por WIEGO que evalúa los efectos de la crisis del COVID-19 en ciertos grupos ocupacionales de personas trabajadoras en empleo informal y sus hogares. Mediante una encuesta y varias entrevistas, la primera fase del estudio analizó las consecuencias de la crisis en abril de 2020 y mediados de 2020, en comparación con febrero de 2020 (el período pre-COVID-19). La segunda fase se llevó a cabo a mediados de 2021 para evaluar cómo las personas trabajadoras estaban enfrentando tanto los rebrotes del COVID-19 como las tensiones económicas y en qué medida se habían recuperado, en caso de que así fuera. Este informe presenta el resumen de los hallazgos de la 2a fase del estudio en Lima, Perú.
Puntos claves
- Después de una estricta y larga cuarentena, a mediados de 2020, la demanda más urgente entre las trabajadoras y trabajadores era volver a trabajar –incluso más que recibir bonos–. Para junio de 2021, un año después de que se levantaran las restricciones, el ansiado regreso al trabajo no ha permitido una recuperación al nivel prepandemia. La caída en ventas, clientes, empleadores y el aumento en la competencia han marcado el retorno a labores. Los efectos de la pandemia y la crisis son desgarradores en esta población que ha perdido a más de un miembro de su familia en muchos casos en los últimos 12 meses.1 Las personas encuestadas han tenido que costear enfermedad y sepelios, ya sin ahorros y endeudadas desde los meses de la cuarentena de 2020.
- La enfermedad y el miedo al contagio han sido las principales razones por las que el 40 % de las personas participantes dejaron de trabajar entre mediados de 2020 y de 2021.
- Los sectores más afectados en ingresos han sido comerciantes de vía pública y canillitas, cuya mediana de ingresos diarios ha caído 26 % y 23 %, respectivamente, frente a febrero de 2020. Solo los ingresos de las personas recicladoras han mejorado, debido a la recuperación en el precio de materiales reciclables.
- El 91 % de las personas que agotaron sus ahorros en junio del 2020 dijeron no haber recuperado nada de sus ahorros para junio de 2021. Para lidiar con la crisis en los últimos 12 meses, el 59 % ha tomado préstamos (8 de cada 10 de ellos con fuentes informales) y el 52 % se ha atrasado en los pagos de alquiler, servicios de electricidad y agua, y cuotas de instituciones educativas.
- El hambre afectó al 58 % de los hogares, y el 84 % reportó que, en el último mes, por falta de recursos, tuvo que omitir una comida del día o reducir la variedad de alimentos consumidos (carnes, frutas, etc.). Adicionalmente, los hogares han abandonado tratamientos médicos, han transferido a sus niñas y niños de escuelas privadas a públicas, o abandonaron la escuela por completo. Las y los hijos mayores han abandonado estudios superiores.
- El alcance de los bonos del Gobierno entre las personas encuestadas aumentó a 60 % vs. el 50 % del año anterior. Adicionalmente, este año el 37 % reportó recibir el beneficio de la prórroga del pago pendiente del servicio de electricidad.
- Además de las dificultades de mercado y de enfermedad, las personas encuestadas mencionaron el accionar de los municipios como un desafío adicional para trabajar para quienes lo hacen en espacios públicos. Hay amplias quejas sobre violaciones de la regulación vigente, abusos en la confiscación de propiedad, corrupción en las decisiones sobre quiénes y cuándo pueden trabajar, y no regular en favor de la formalidad y el orden.