Reshmaben es una lideresa de la Asociación de Mujeres Autoempleadas (SEWA). Aprendió de su madre cómo confeccionar ropa cuando tenía 14 años. Hoy, a los 29 años, ayuda a que las personas trabajadoras tomen conciencia de la importancia de vacunarse y protegerse contra el virus. SEWA también intervino para brindar ayuda, incluyendo apoyo para los medios de subsistencia.
Durante la primera ola de la COVID-19, cuando las cadenas locales y mundiales de suministros se interrumpieron, muchas personas trabajadoras en domicilio no tuvieron más opción que pedir un préstamo, disponer de sus ahorros y empeñar o vender activos.
“Era muy difícil ganarse un ingreso. Se detuvo todo pedido. Las materias primas no llegaban a las personas comerciantes y, entonces, ¿quién iba a darnos trabajo? Además, no venían a recoger las mercancías que preparábamos, así que no recibíamos pago alguno por el trabajo ya hecho.”
Durante la segunda ola, en 2021, cuando India se convirtió en el país más afectado por la pandemia, las personas trabajadoras en domicilio apenas tenían algún pedido. Les fue difícil, por lo tanto, reembolsar los préstamos que habían contraído al iniciar la crisis y un gran número de ellas ya no tenía ahorros en los que apoyarse.
“El principal problema fue habernos gastado los ahorros y tener que pedir dinero prestado. Ganemos o no un ingreso, tenemos gastos. El gobierno no exonera el recibo de la luz, el pago de agua, alimentos y demás. Y entonces, si tenemos que obtener un préstamo de algún lado, tenemos que saldar los pagos atrasados.”
También para Reshmaben la situación fue difícil: “Mi madre murió por causa del coronavirus. Tuve que pedir dinero prestado a mi padre. También tuvimos que pagar la atención sanitaria de mi suegra y, como mi familia es numerosa, tenemos gastos importantes en alimentación y en otros productos”.
Entre mayo y junio de 2021, el gobierno central distribuyó cereales de manera gratuita entre los hogares que viven por debajo de la línea de la pobreza, mientras que el gobierno del Estado de Gujarat puso un programa de préstamos a disposición de las personas trabajadoras vulnerables. En los primeros tres meses de la pandemia, hubo ayudas en efectivo para las mujeres, pero el programa no se renovó en 2021.
SEWA llenó un vacío al brindar ayudas adicionales y al apoyar a sus miembros para que se inscribiesen a las transferencias monetarias de emergencia y a las raciones de alimentos que proporcionó el gobierno. Además, la organización apoyó al gobierno canalizando las subvenciones en efectivo, raciones de alimentos y comida preparada a sus miembros y a otras personas trabajadoras en empleo informal. La asociación también distribuyó paquetes alimenticios y puso en marcha cocinas comunitarias para brindar comida preparada a las familias necesitadas. SEWA Gujarat –estado donde se ubica Ahmedabad– ayudó a la membresía de zonas rurales a establecer campamentos de alimentos a lo largo de las autopistas, cerca de sus pueblos, para ofrecer comida a las personas trabajadoras migrantes que regresaban a sus lugares de origen en el momento más crítico de la pandemia.
SEWA tradujo información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNICEF y el Ministerio de Salud de India a mensajes de voz coloquiales y los difundió entre su membresía para crear conciencia y divulgar información verídica acerca del virus y de las medidas sanitarias de prevención.
El gobierno –dice Reshmaben– debería hacer más. “Las personas trabajadoras necesitan alimentos, incluso dinero, durante una crisis. El gobierno debería proveer cereales, efectivo y atención médica a esas familias.”
* Este relato se basa en una entrevista a Reshmaben realizada durante la 2ª ronda del Estudio sobre la crisis de la COVID-19 y la economía informal de WIEGO, posterior a la segunda ola de la COVID-19 en India, en 2021. Se publica con el consentimiento de Reshmaben. Puede leer más acerca de la recuperación de la pandemia en Ahmedabad aquí.