La pandemia se suma a las dificultades de lxs vendedorxs en empleo informal
Lxs vendedorxs ambulantes, lxs comerciantes y lxs estibadorxs de mercado proveen bienes y servicios necesarios, especialmente a quienes deben comprar productos esenciales en cantidades pequeñas y a precios accesibles. Quienes venden alimentos –tanto frescos como preparados– son una parte esencial de las cadenas de suministro urbanas. Representan la seguridad alimentaria para un grupo grande de personas que no puede acceder a los productos de los supermercados modernos.
“Las investigaciones demuestran claramente que la economía informal es fundamental para la seguridad alimentaria, particularmente en comunidades de bajos ingresos”.
~Caroline Skinner, directora de Investigación Urbana de WIEGO, citada en City Monitor
En esta imperdible entrevista de abril de 2020, Caroline Skinner explica la necesidad urgente de autorizar el sistema alimentario informal: “¡El sistema funciona!” Asimismo, insta a los países a brindar agua y productos de desinfección, y a los organismos de control a acabar con el acoso a estxs importantes trabajadorxs. También reclama apoyo directo a los ingresos.
Durante el aislamiento social obligatorio en Johannesburgo, el Instituto de Derechos Socioeconómicos de Sudáfrica representó a un grupo de comerciantes que, esencialmente, estaban siendo “castigados por ser pobres”.
Por qué la crisis de la COVID afecta tanto a lxs vendedorxs ambulantes
Lxs vendedorxs ambulantes, lxs comerciantes y lxs estibadorxs de mercado obtienen sus ingresos en espacios públicos, a menudo llenos de gente. En este segmento de Radio France Internationale, Dorcas Ansah, coordinadora de WIEGO de la Ciudad Focal Accra, explica la imposibilidad de implementar el distanciamiento físico cuando no hay espacio para moverse.
También es imposible lavarse las manos con frecuencia y poner en práctica otras medidas de higiene si no hay infraestructura para ello. Investigaciones recientes muestran que muchxs de ellxs tienen un acceso deficiente al agua, a instalaciones sanitarias y a la higiene, por lo que no tiene sentido decirles que se laven las manos, a menos que las autoridades municipales les brinden los medios para hacerlo.
LINEAMIENTOS SANITARIOS SOBRE LA COVID-19
PARA COMERCIANTES EN EMPLEO INFORMAL
Tal como lo escribe Sally Roever, lxs vendedorxs ambulantes siempre han enfrentado reglamentaciones muy costosas y medidas punitivas por parte de las autoridades, incluida la confiscación de bienes y arrestos. Sin embargo, ahora, la imposición de medidas de aislamiento social obligatorio a nivel local y nacional para contener la propagación de la COVID-19 amenaza no solo los medios de subsistencia, sino la propia supervivencia de lxs vendedorxs en empleo informal y sus familias en algunos lugares.
Los Gobiernos locales y nacionales deben encontrar las formas de satisfacer las urgentes necesidades financieras y sanitarias de estxs trabajadorxs. La mejor forma de encontrar medidas prácticas y adecuadas es que las personas responsables de la toma de decisiones trabajen con las cooperativas, asociaciones y organizaciones de vendedorxs ambulantes. Estos grupos de base son los que mejor conocen lo que se necesita.
El impacto sobre lxs vendedorxs y las respuestas en determinados países
Perú
El 16 de marzo, con menos de 150 casos registrados, se declaró un aislamiento social obligatorio de un mes de duración a nivel nacional. El Gobierno anunció la entrega de un único subsidio en efectivo de 110 USD (380 soles) para las familias vulnerables. El 26 de marzo, lo extendió a lxs trabajadorxs en empleo informal. Sin embargo, existe la preocupación de que la elevada población de vendedorxs no se registre para recibir el subsidio.
El Gobierno prometió un subsidio en efectivo más grande para quienes trabajan por cuenta propia, lo que incluye a la mayoría de lxs vendedorxs, pero aún no se ha materializado. Se espera que el aislamiento social obligatorio dure hasta junio, lo que dejará a muchxs en una situación económica desesperante.
A principios de marzo, lxs vendedorxs ambulantes de Lima fueron entrevistadxs sobre qué significaría una cuarentena para sus medios de subsistencia.
Aquellxs que son esenciales para la cadena alimentaria fueron declaradxs trabajadorxs esenciales y continúan con sus actividades. Sin embargo, aunque su asociación les ha brindado mascarillas con sus propios fondos, necesitan acceder a más estaciones de desinfección de manos y contar con guantes y mascarillas.
Están negociando con el Gobierno para recibir tests y equipos de protección. Muchxs estibadorxs no regresan al trabajo debido a la falta de protección. Las redes de distribución local ya se han visto afectadas.
Pero a lo largo de toda América Latina, y especialmente en Perú, el aumento de las infecciones y el miedo han llevado a la estigmatización de lxs vendedorxs ambulantes y de lxs comerciantes de mercado en empleo informal, quienes brindan los alimentos necesarios y trabajan duro para preservar la seguridad del público y de ellxs mismxs.
Lxs vendedorxs de periódicos (canillitas) tienen el apoyo de la policía nacional para ir a trabajar como un trabajadorxs esenciales; sin embargo, muchxs de ellxs se quedan en casa por falta de equipos de protección. Los centros de distribución, al ver una reducción en el volumen de ventas de los periódicos, comenzaron a entregar equipos de protección a lxs canillitas. Conoce a lxs canillitas y escucha sus problemas en este blog: Esenciales pero desprotegidos: Las trabajadoras y trabajadores en empleo informal durante la crisis (7 de abril).
A fines de abril, las asociaciones de trabajadorxs en empleo informal de Lima lanzaron una campaña para mostrar cómo les afecta la crisis de la COVID-19, difundir información y asegurarse de que las autoridades escucharan sus reclamos. Hacen hincapié en que quieren ser parte de la solución vencer al virus y cumplir con las medidas recomendadas por el Gobierno, pero necesitan ingresos y protecciones sociales para sobrevivir. Conoce más en este blog de WIEGO: Cómo están enfrentando la COVID-19 lxs vendedorxs ambulantes de Perú?
Ghana
Lxs vendedorxs ambulantes ya sufrían una reducción en la demanda de clientes, quienes temían comprarles por miedo al contagio. Hubo un breve repunte en las ventas una vez que se anunció la cuarentena en marzo, ya que muchas personas se apresuraron a comprar alimentos. Ahora, solo se permite la permanencia de lxs vendedorxs de frutas y verduras frescas. De estxs, a algunxs se les ha impedido vender porque no tienen tarjetas de identificación que prueben que son vendedorxs de alimentos.
Lxs vendedorxs que siguen trabajando denuncian la escasez de productos desinfectantes para manos y de agua en los mercados.
La mayoría de lxs kayayei (estibadorxs de mercado) está sin trabajo. Tras la prohibición, muchxs kayayei trataron de regresar a las áreas rurales del norte, su lugar de origen. Algunos de sus transportes fueron detenidos por la policía, quien los hacía regresar.
En este artículo de Radio France Internationale, la coordinadora de la Ciudad Focal Accra, Dorcas Ansah, y lxs vendedorxs ambulantes explicaron los desafíos en los mercados superpoblados de Accra, mientras las autoridades tratan de imponer condiciones que son difíciles de implementar.
India
Un aislamiento social obligatorio abrupto y completo en India el 24 de marzo sumió al país en el caos y provocó una crisis humanitaria. Los mercados informales y los sitios de venta se cerraron, y los mercados mayoristas solo estuvieron disponibles durante algunas horas.El transporte también se interrumpió. En cuestión de días, la Asociación de Mujeres Autoempleadas (SEWA) trabajó con la corporación municipal de Ahmedabad para ayudar a asegurar la cadena alimentaria. Como explica Marty Chen en un blog de WIEGO, Vegetables on Wheels ("Verduras sobre ruedas") comenzó a entregar vegetales frescos y leche en los barrios con toque de queda utilizando bicitaxis eléctricos. La iniciativa reúne a lxs vendedorxs de alimentos y a lxs transportistas en empleo informal para prestar un servicio esencial de seguridad alimentaria.
Sudáfrica
En una carta abierta al Gobierno de Sudáfrica escrita unos días antes de que se impusiera un aislamiento social obligatorio a nivel nacional, Rosheda Muller, presidenta de la Alianza de Comerciantes del Sector Informal de Sudáfrica (SAITA), dijo: “Cualquier interrupción o suspensión del comercio tendrá un impacto catastrófico en los medios de subsistencia de miles y miles de personas trabajadoras de la economía informal y sus familias”.
Después de que SAITA, WIEGO y otrxs reclamaran al Gobierno que incluyera a lxs vendedorxs en empleo informal en el Reglamento de Gestión de Desastres, las tiendas spaza y lxs comerciantes de alimentos en empleo informal recibieron permiso para trabajar como trabajadorxs esenciales, si contaban con la autorización municipal. Cuando las municipalidades se negaron a otorgar las autorizaciones, alegando que estaban cerradas, el Gobierno las obligó a abrir (otra vez, como resultado de los reclamos) y a que garantizaran que lxs comerciantes pudieran hacer el trabajo esencial de brindar productos básicos y alimentos necesarios.
En Durban, la organización socia de WIEGO Asiye e Tafuleni (AeT) está trabajando con profesionales de la salud y WIEGO en Durban, Sudáfrica, a fin de desarrollar intervenciones para ayudar a lxs trabajadorxs en empleo informal a evitar la transmisión de COVID-19. Se fabricaron chalecos sobre distanciamiento físico y mascarillas en Warwick Junction (un gran mercado informal donde trabaja AeT). “Después del aislamiento social obligatorio, Sudáfrica no podrá simplemente volver a la normalidad”, escribe Sarah Heneck, de AeT. “Si la economía informal no recibe apoyo, habrá consecuencias devastadoras para las innumerables personas que viven en este país, sobre todo en términos de seguridad alimentaria”.
Estados Unidos
Las organizaciones de vendedorxs ambulantes de todo EE. UU. han creado una plataforma unificada de reivindicaciones. Se centra en las necesidades socioeconómicas inmediatas y busca una economía justa que reconozca el valor de lxs vendedorxs ambulantes y las contribuciones de sus empresas. La coalición, que comprende a vendedorxs de Chicago, la ciudad de Nueva York, Los Ángeles y Washington DC, lanzó la Agenda Nacional para la Justicia de lxs Vendedorxs Ambulantes el 13 de mayo a través de un evento en directo de Facebook.
Incluso antes de que el virus causara estragos en Nueva York, el Proyecto de Vendedorxs Ambulantes detalló las necesidades inmediatas de lxs vendedorxs ambulantes y las demandas más amplias de salud y de seguridad de las comunidades de primera línea. A fines de marzo, lanzaron una campaña de emergencia en GoFundMe para miembros.
A principios de marzo, en Portland, Oregon, sobre la costa oeste, que fue el primer lugar en sufrir el impacto del virus, se les pagó a lxs vendedorxs de periódicos en empleo informal para que difundieran información y kits de higiene a las personas que vivían en la calle.
Tailandia
En Bangkok, donde lxs vendedorxs ambulantes ya estaban luchando contra los desalojos, los ingresos bajaron hasta un 80%, debido al aislamiento social obligatorio parcial que comenzó a mediados de marzo, según Poonsap Tulaphan, directora de HomeNet Tailandia. “Lxs vendedorxs ambulantes de comida todavía pueden vender comida para llevar, pero hay menos clientes”, dijo a Reuters en este artículo. “Los precios de las materias primas también están mucho más altos, pero ellxs no pueden aumentar los suyos”.
De acuerdo con la Encuesta de la fuerza laboral de Tailandia de 2017, había casi 144 000 vendedorxs ambulantes en Bangkok, y la gran mayoría de estxs vendía comida.
Turquía
La Plataforma Mundial de Economía Ambulante elaboró un panfleto que brinda datos y cifras de la economía informal en Turquía y explica por qué quienes trabajan en espacios públicos no deberían ser consideradxs parte del problema, sino de la solución en crisis como la de la COVID-19.
Zimbabue
A fines de marzo, Zimbabue comenzó un aislamiento social obligatorio de tres semanas que cerró los mercados públicos y suspendió el comercio informal, lo que dejó a la alta fracción de trabajadorxs en empleo informal del país sin acceso a sus ingresos. Aunque el Gobierno anunció un modesto pago único en efectivo para los particulares a principios de abril, lxs comerciantes no tuvierno más remedio que trabajar desafiando desesperadamente las medidas de aislamiento social obligatorio.
En muchos lugares, las autoridades locales reaccionaron destruyendo los puestos de lxs vendedorxs y arrestando trabajadorxs pobres a gran escala, un comportamiento que la Cámara de Asociaciones de la Economía Informal de Zimbabue (ZCIEA) describió como “horrible, inhumano y despiadado”.
Como organización que trabaja con trabajadorxs de la economía informal y en representación de estxs en 42 territorios de Zimbabue, la ZCIEA ve esta acción como una forma silenciosa de acoso y tortura de ciudadanxs inocentes que se dedican al comercio informal para sobrevivir.
El aislamiento social obligatorio duró meses. Las entrevistas en los medios con comerciantes en empleo informal en mayo revelaron que muchos luchan para sobrevivir.
El 11 de junio, el presidente de Zimbabue anunció que las empresas del sector informal podrían operar con la condición de que se registraran ante las autoridades locales como parte de las iniciativas del Gobierno para formalizar estas actividades.
En un comunicado de prensa, la ZCIEA elogió al Gobierno por haber permitido nuevamente el acceso a estos medios de subsistencia, pero observó que “el proceso de REGISTRO al que se refiere el presidente no se realiza de la noche a la mañana y tiene varias categorías de cumplimiento y remuneración dependiendo del rubro comercial en el que unx trabaje. (...) Esperamos que las diferentes autoridades locales puedan definir este proceso de una forma que sea fácil de entender y accesible para las personas a las que está dirigido”.
El sindicato, que tiene miembros en todo el país, ha distribuido equipamientos de protección individual a lxs comerciantes para que pudieran trabajar segurxs.