El 16 de junio de 2011 fue un día trascendental para las trabajadoras del hogar de todo el mundo.
Después de una larga lucha liderada por las propias trabajadoras, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Finalmente adoptó el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189).. Los y las trabajadoras del hogar celebraron su reconocimiento por parte de la comunidad internacional como trabajadores con derechos y protecciones laborales.
Entre las trabajadoras del hogar presentes en la Conferencia Internacional del Trabajo, ese día estaba Hester Stephens de Sudáfrica. Estaba eufórica: "Siento que nace un bebé al que di a luz. Hoy, 16 de junio, es un momento muy emotivo, la libertad finalmente ha llegado para las trabajadoras del hogar de todo el mundo".
EEvaline Mulo de Kenya estuvo de acuerdo: "La votación marcó el comienzo de la justicia social para las trabajadoras del hogar a nivel internacional... Nunca me había sentido tan feliz. El convenio es lo mejor que le ha sucedido a las trabajadoras del hogar de todo el mundo. Cambiará nuestras vidas."
"El convenio es lo mejor que le ha sucedido a las trabajadoras del hogar de todo el mundo. Cambiará nuestras vidas.”
¿Pero el C189 ha cambiado realmente las vidas de las cocineras y limpiadoras que trabajan en casas particulares en países de todo el mundo? Analizaremos más de cerca si las expectativas de cambio se han cumplido realmente y qué queda por hacer.
Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189) de la OIT.
Por qué las trabajadoras y trabajadores del hogar lucharon por una mayor protección legal
Domestic Workers in Thailand hold a demonstration demanding ratification of C189. Photo: C. Bonner
Los trabajadores del hogar se encuentran entre los trabajadores menos protegidos del mundo.
Las leyes laborales en muchos países o bien no los reconocen como trabajadores de pleno derecho, o, si lo hacen, los excluyen de protecciones fundamentales, como la limitación de horas de trabajo y la protección social.
En algunos países, las leyes laborales incluyen a las trabajadoras del hogar en teoría, pero en realidad las disposiciones no se pueden adaptar fácilmente a las necesidades únicas de este sector. Además, las trabajadoras migrantes son particularmente vulnerables, debido a su condición a menudo carecen de recursos legales. Dada esta necesidad de fortalecer las protecciones legales, las trabajadoras del hogar tenían grandes esperanzas puestas en el C189.
El convenio obliga a los estados miembros a adoptar medidas jurídicas, normativas y otras medidas para proteger a las personas que realizan este trabajo.
El convenio obliga a los estados miembros a adoptar medidas jurídicas, normativas y otras medidas para proteger a las personas que realizan este trabajo. Extiende los derechos básicos a este sector, incluida la seguridad en el lugar de trabajo, la salud y la protección social, y la protección contra la discriminación y el trabajo forzoso. También requiere que los estados exijan por ley que los empleadores deban proporcionar contratos de trabajo, y extiende la protección a las personas migrantes. Es importante destacar que los estados miembros deben lograr un equilibrio entre la extensión de las mismas protecciones a los trabajadores domésticos que a otros trabajadores, por un lado, y la adaptación de algunas intervenciones para satisfacer las características especiales del sector, por otro lado.
Lea mas sobre Trabajadoras y trabajadores del hogar.
De la OIT a casa: Implementación por los gobiernos locales
Las trabajadoras domésticas en la Conferencia Internacional del Trabajo demandando la ratificación de C189. Foto: WIEGO
Cuando se adoptó el C189, las empleadas del hogar de la conferencia empezaron a cantar y desplegaron una pancarta con un mensaje incluyendo los pasos a seguir: “C189 – ¡Felicidades! Ahora viene el trabajo doméstico para los gobiernos: Ratifiquen ¡Implementen!” Este mensaje sirvió como un recordatorio de que tras esta victoria en el plano internacional, llegaba la hora de la batalla en el ámbito nacional.
25 estados miembros de la OIT han ratificado el C189.
Los estados miembros de la OIT se comprometen a aplicar el convenio ratificándolo. Los estados miembros que no han ratificado el convenio pueden adoptar leyes, políticas y medidas prácticas acordes con el mismo.
Siete años después, 25 estados miembros de la OIT han ratificado el C189 y se encuentran en diversas etapas de implementación. Filipinas fue uno de los primeros en promulgar reformas con su Ley sobre el trabajo del hogar, que extiende los derechos a las trabajadoras y trabajadores del hogar, incluido el derecho a un contrato de trabajo, a salarios mínimos, y a seguro de salud.
Además, docenas de estados miembros que no han ratificado el convenio han adoptado medidas que han alineado sus leyes y políticas con el convenio. Por ejemplo, en 2013, India aprobó la Ley sobre el acoso sexual de las mujeres en el lugar de trabajo (prevención, prohibición y reparación), que cubre expresamente a las trabajadoras del hogar.
Escuche un podcast de WIEGO sobre la importancia del C189..
¿Son las medidas legales suficientes?
Su trabajo a menudo se descarta como trabajo de mujeres. foto: Jonathan Torgovnik/Getty Images Reportage
Sin duda, hay avances hacia la adopción de leyes y políticas que mejoran y protegen los derechos de las trabajadoras del hogar, pero ¿son suficientes las leyes? Las trabajadoras del hogar se enfrentan a innumerables desafíos sociales que requieren un cambio más holístico y generalizado.
El sistema legal se entrelaza con las creencias y actitudes sociales y culturales que han justificado la exclusión legal de los trabajadores y trabajadoras.
Es necesario reconocer que las leyes no existen en el vacío. Están integradas en las relaciones sociales que reflejan las dinámicas de poder. En muchos sentidos, el sistema legal se entrelaza con las creencias y actitudes sociales y culturales que han justificado la exclusión legal de los trabajadores y trabajadoras y, a su vez, han perpetuado su marginación. El trabajo del hogar es un caso especial porque tiene lugar en un domicilio privado donde existe un conjunto único de dinámicas y desafíos.
Para que las trabajadoras del hogar disfruten de un trabajo decente, estas normas sociales y culturales también deben abordarse. Debido a que realizan su trabajo en domicilios privados y no en lugares de trabajo convencionales, su trabajo es infravalorado, porque las mujeres han realizado históricamente (y todavía lo hacen) el trabajo doméstico no remunerado en la familia.
Lea “Las trabajadoras del hogar (No) son 'como una familia'.’”
IEn algunos contextos, las prácticas culturales de acoger niños y niñas desfavorecidas enmarcan a los trabajadores del hogar jóvenes como "niños en acogida", en lugar de cómo empleados. Como resultado, su trabajo está infravalorado y no se percibe como un "trabajo real" que contribuye a la economía. Además, sus empleadores pueden tener un conocimiento limitado de las obligaciones legales y pueden resistirse a la noción de que los trabajadores y trabajadoras del hogar son empleadas con derechos, en lugar de ser "parte de la familia".
La pobreza y el desempleo a menudo obligan a las mujeres a aceptar cualquier tipo de empleo, aunque sea en condiciones de explotación o incluso abusos físicos y psicológicos.
Cuatro formas de fortalecer las protecciones legales
Aunque existen muchos desafíos para garantizar una mejor protección legal para las trabajadoras del hogar, hay formas de avanzar. A continuación mostramos cuatro ideas para las organizaciones de trabajadores y trabajadoras y sus aliados:
1) Organizar y construir alianzas para compartir ideas y estrategias innovadoras. Se necesitan nuevas estrategias para organizar a las trabajadoras, dada la inaccesibilidad de sus lugares de trabajo y su limitada capacidad para negociar con los empleadores y las agencias de empleo. En algunos países, los problemas de financiación dificultan que los sindicatos mantengan sus actividades.
Lea sobre cómo los trabajadores y trabajadoras del hogar en México organizaron y desarrollaron una plataforma política para expresar sus preocupaciones.
2) Desarrollo de capacidades para que las trabajadoras sean protagonistas. WoLas trabajadoras deben apropiarse y participar activamente en su lucha por el trabajo decente, incluida la selección e implementación de las estrategias legales utilizadas en la labor de incidencia. Las trabajadoras tienen que estar equipadas con las habilidades y los conocimientos necesarios para llevar a cabo investigaciones, hablar con confianza, y entender los procesos de negociación con los legisladores y otras partes interesadas. Este protagonismo en sus luchas ayuda a la sostenibilidad del movimiento.
3) 3) Unir el apoyo legal a los esfuerzos para cambiar las normas sociales. Los problemas que afrontan las trabajadoras del hogar pueden ir más allá de los problemas con la ley. El conocimiento limitado de la ley y los mecanismos inadecuados para implementarla también suponen un desafío. Por ejemplo, confiar en las inspecciones para garantizar el cumplimiento de las leyes no es apropiado para este sector. Incluso la resolución formal de disputas puede ser inapropiada, dada la naturaleza íntima de este trabajo y la relación de las trabajadoras del hogar con sus empleadores. También es importante abordar las relaciones de poder y los desafíos que aportan las normas, incluidas las normas de género. Las dinámicas de poder dentro de la relación laboral y las normas de la sociedad sobre quién y qué trabajo es valioso desempeñan un papel en la definición de la posición de las trabajadoras y trabajadores del hogar.
Lea sobre la campaña "Mi justo hogar" en Perú para defender los derechos de las trabajadoras del hogar. Also, follow the campaign on Facebook to see how 5,000 domestic workers gained access to social security health benefits.
4) Desarrollar y apoyar iniciativas existentes. CLa colaboración con otras partes interesadas de ideas afines evita la duplicación y fortalece las actividades que están diseñadas para lograr el mismo objetivo. Las organizaciones de trabajadores y trabajadoras deben ser estratégicas sobre cómo sus actividades contribuyen a objetivos múltiples. Por ejemplo, una campaña sobre el salario mínimo para las trabajadoras del hogar no solo contribuye a mejorar la vida laboral de las trabajadoras del hogar en su país, sino que es un paso hacia la implementación del C189. De esta manera, las organizaciones pueden ver el C189 como una herramienta para incorporar en la mayoría de las actividades que realizan porque regula la mayoría de los problemas que afectan la vida laboral de sus miembros.
El futuro para las trabajadoras y trabajadores del hogar
Los cambios legales y políticos son solo una forma de mejorar la situación de las trabajadoras del hogar, pero esto solo puede ocurrir en un contexto de cambio social más amplio. El desafío es que no se trata simplemente de abordar leyes, políticas y medidas prácticas por parte de los gobiernos; el cambio tendrá que ser generalizado y proceder de todos los rincones de la sociedad para que se produzca un progreso real en la vida de estas trabajadoras.
Vea estas lessons from five countries.
Después de años de exitosa organización, las trabajadoras del hogar formaron su propia federación sindical internacional, la Federación Internacional de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar Lea más sobre la FITH y sus esfuerzos continuos para garantizar que el C189 tenga como resultado un cambio real en la vida de las trabajadoras del hogar de todo el mundo.
Foto destacada: LIMA, PERÚ. Rosa Vilca Yallico eligió trabajar como trabajadora del hogar porque quería demostrar que era capaz de cuidar de sí misma, y que los efectos secundarios de la polio no le impedían hacer cosas. Se unió por primera vez al Sindicato de Trabajadoras del Hogar del Perú, SINTRAHOGARP, cuando su empleador no reconoció sus reclamos sobre sus derechos legales; allí tuvo acceso a talleres que le permitieron hablar con su empleador sobre los derechos a los que tenía derecho. Finalmente, se convirtió en secretaria de defensa dentro del sindicato, tanto de los derechos de las trabajadoras del hogar como de los derechos de las trabajadoras del hogaar con discapacidades. foto: Juan Arrendondo/Getty Images Reportage
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